Seguramente no te llames Elsa ni salgan de tus manos rayos congelantes que hacen que se destruya tu ciudad y ponen en peligro a las personas que quieres.
Pero aunque no poseas tales dones, quizás te has tenido que enfrentar a cosas en la vida que te han hecho crearte tu propio castillo de hielo, encerrarte en ti misma y sentirte culpable de todo.
Creemos que todos hemos pasado, y seguramente pasaremos, por más momentos como estos, por eso hoy queremos reflexionar sobre la importancia de ser lo suficientemente fuerte para enfrentarte a tus miedos, para aprender a vivir con tus fantasmas y que al final consigas que se vayan.
Así que si te sientes o has sentido identificada con estas sensaciones o si algún día debes enfrentarte a ellas solo recuerda: “Be Elsa my friend”…. derrite el hielo que se te clava y aprende a hacer cosas bonitas con el hielo que te quede, así hasta conseguir el equilibrio.